Segundo álbum de estudio de esta banda oriunda de Londres (Inglaterra). El disco cuenta con un total de diez canciones y un arte de portada increíble. La banda está integrada por Peter Ellis (Voz), Lewis Stephens (Guitarra), Dan Baune (Guitarra), Daniel Bate (Bajo) y Giovanni Durst (Batería). Al final de la reseña les dejo el link para que escuchen todo el disco, mientras la leen.
“Hair of the Dog” quién le da el nombre al disco es el encargado de abrirlo. A todo vapor y con las guitarras a pura melodía y un riff a dos voces (violas gemelas, depende de cómo quieran denominarlo), que te derrite el cerebro, excelentes arreglos de bajo, un baterista que es un reloj llevando el ritmo a la perfección y un vocalista que posee un tono vocal increíble que por momentos me recuerda a su coterráneo Bruce Dickinson, pero a esto hay que agregarle unos agudos increíbles, y en esta composición nos regala unas melodías vocales geniales. Los guitarristas, nos dejan bien en claro, el buen gusto y sentimiento que ponen a la hora de ejecutar los solos. “Blood Red Sky” con un riff de la vieja escuela y a media marcha, nos golpean con todo su poder. Mucha melodía en la voz con un estribillo pegadizo, buenos arreglos de guitarras y bajo, batería contundente y solos de guitarras con mucha melodía y las dos voces en el instrumento siempre están presente, y para cerrar un agudo vocal excelente. “Streets of Rage” riff a violas gemelas, algo que podremos disfrutar en todo el disco. Otra gran melodía vocal, creo que a esta altura, Peter ha dejado en claro que es un vocalista extraordinario. Muchos arreglos de guitarras y bajo que enriquecen la composición y también súmesele a esto el trabajo perfecto de los solos, tremenda composición. “Imhotep (The High Priest)” con un comienzo apocalíptico, las guitarras nos regalan toda su magia en cada melodía y riff, ya el tema vocal es de un nivel estupendo, aquí encontramos varios cambios de ritmo, mucha melodía por todos lados, el bajo que nos regala toda su pasión, un solo muy apasionado sobre una base arpegiada que me ha dejado en trance y luego los duelos de guitarras que no paran de asombrarme. “Crobar” otra vez un riff a dos violas excelente al igual que la melodía vocal con un estribillo muy agradable. Mucho trabajo y arreglos de todos los instrumentos y de los solos que puedo decir, me pongo de pie y los aplaudo. “Emily” de entrada las violas a dos voces, notal al aire donde la vox disfruta mucho lo que hace, siempre un gran trabajo de las guitarras ejecutando arreglos sobre una base firme del bajo y la batería. Los solos, ejecutados con mucho sentimiento y buen gusto. “Olympus” es un instrumental que me recuerda mucho a la forma de componer de la Doncella de Hierro, con la diferencia que aquí tienen su propia personalidad ya que poseen dos guitarristas, como decimos aquí en Argentina (de la puta madre), un gran instrumental. “A Bridge Too Far” a toda máquina con una excelente labor vocal, los guitarristas como siempre se lucen a diestra y siniestra, buen trabajo del bajo y la batería, buenos solos, todo en conjunto hacen una composición perfecta. “Heart of Stone” una canción lenta con arpegios y una distorsión acorde a la composición, donde las guitarras nos regalan bellas melodía al igual que el vocalista, con un estribillo muy pegadizo y con algún agudo por ahí. Lo que respecta al solo de guitarra, posee un sentimiento único, no quería olvidarme de decir que hay unos coros con voces superpuestas más agudas que quedaron realmente bien. “Lionheart” cerramos el disco con esta composición que apenas comenzó me hizo recordar a Running Wild , con mucho poder compositivo, excelente trabajo vocal he instrumental, un cierre de disco digno de los mejores, buena elección para cerrar un disco.
Hacía mucho tiempo que no escuchaba una banda así. La verdad que he quedado con la boca abierta, disfrútenlo como lo estoy haciendo yo.
Alejandro Allo
Cazador Nocturno 